1) Prefiere ducharte a tomar un baño: con la ducha gastas un 50% menos de agua.
2) Al lavarte los dientes o al afeitarte, no dejes correr el agua del grifo.
3) El inodoro no es una papelera, no la uses como tal y no tires cosas inadecuadas y evitarás descargar la cisterna más veces de las necesarias.
4) Cuando laves los platos a mano no dejes el grifo abierto. Llena un recipiente o el fregadero mientras enjabonas, y después, enjuaga.
5) Mientras esperas a que salga agua caliente, aprovecha el agua que sale del grifo (recógela en una jarra o un cubo) y podrás fregar el suelo con ella.
6) Cuando hierves verdura para comer, ¿qué haces con el agua? ¡No la tires! Deja que se enfríe y riega tus plantas con ella. Además de darle un segundo uso, aportará nutrientes a tus plantas.
7) Usa la lavadora y el lavavajillas cuando tengas una carga completa y selecciona bien el programa adecuado para tu carga y nivel de suciedad.
8) Prefiere regar las plantas o el jardín por la noche: si riegas de día el agua se evapora más fácilmente, antes de ser absorbida.
9) Si tienes un patio o terraza grandes, no limpies el suelo con la manguera, aunque resulte cómodo. Mejor usa una escoba y ahorrarás litros de agua a final del año.
10) Arregla enseguida cualquier fuga de agua: un grifo goteando puede suponer hasta 40 litros de agua al día.